Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2016

La madriguera, Milton Fornaro

Imagen
El detective y el mal No son pocas las virtudes de La madriguera, la última novela de Milton Fornaro, pero quizá valga la pena detenerse especialmente en la inteligencia de su estructura y pensarla como la principal, por encima incluso del exhaustivo trabajo de investigación y la agilidad narrativa. No sólo por sí misma, como ejercicio digamos literario, sino también como una notoria manera en que ciertos procedimientos consagrados o consabidos son trascendidos.   El libro está dividido en cuatro secciones, y la primera y la última, ambientadas en Montevideo y más o menos en nuestros días, funcionan a primera vista a modo de marco o contexto (o justificación) para una historia que arranca, en la segunda parte, en la Danzig invadida por los alemanes y prosigue en el campo de concentración de Stutthof, para desembocar, en la tercera, en Buenos Aires y Montevideo hacia 1960. Hay, si se quiere, una lógica hasta musical en la elaboración de esta estructura, que propone el...

Dadá, Jed Rasula

Imagen
Dadá manda Poco importa si fue en el cabaret Voltaire hacia octubre de 1916 que nació Dadá o si Tzara y otros tantos futuros dadaístas ya habían activado su máquina antiartística ahí mismo, en Zurich, durante los años anteriores a la Primera Guerra Mundial. Quizá faltaba articular la palabra a la que luego se le buscarían significados en todas las lenguas y en ninguna (los dadaístas rusos, de hecho, evitarían hablar de dadá porque, para ellos, sonaba a sí sí ), pero el espíritu ya estaba allí. En cualquier caso, después de los meses de vida del cabaret, con sus coreografías de jazz, sus insultos al público, sus tomatazos a los performers, sus trifulcas, sus recitados de poesía fonética, su serie de manifiestos contradictorios y sus disfraces y fotos graciosas, Dadá se expandió (sus agentes lo compararían con un “microbio”) o, mejor, reapareció en Berlín, en París y en New York, con máscaras diferentes en cada una de estas ciudades. En París, por ejemplo, André Breton quiso d...