La muerte del comendador libro 2, Haruki Murakami

Retrato de un hombre sin cara Cabe preguntarse hasta qué punto la decisión de dividir en dos tomos La muerte del comendador no fue en detrimento del destino de la novela entre los lectores de lengua española. En cualquier caso, ahora que la segunda parte ha sido publicada no sólo es posible hacerse una idea de la obra completa que supera las expectativas generadas por la primera sino que, también, parece fácil sentir que, así dividido, así cortado el libro, su primera parte no estaba a la altura de la segunda ni, concebiblemente, a la de la totalidad que integra. Es decir: si esa primera mitad podía parecer poco intensa y quizá algo derivativa, la segunda cae del otro lado de una pauta estructural del libro que habilita un nuevo tempo para la trama, un vértigo creciente e incluso un incremento notorio de la sensación de extrañeza producida por lo narrado. Para los lectores de Murakami, por supuesto, eso era lo que cabía esperar en un principio, y si escenas como la e...