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Mostrando entradas de octubre, 2014

Leviatán o la ballena, Philip Hoare

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A la luz de las ballenas   En su novela Y mañana serán clones , clásico (menor, pero clásico al fin) de la ciencia ficción de la segunda mitad del siglo pasado, John Varley imagina un futuro en que unos extraños invasores alienígenas expulsan a los humanos de la Tierra y los obligan a vivir precariamente en estaciones orbitales y en colonias en Marte, Venus y los satélites de Júpiter y Saturno. A la vez, estos invasores acondicionan la Tierra para que las verdaderas criaturas inteligentes que la habitan puedan sentirse a sus anchas. Pero entonces, ¿quiénes son estos nuevos amos del mundo, cuya inteligencia sería más valiosa –para los invasores, claro está– que la nuestra, la humana?    La respuesta es simple: los cetáceos. Las ballenas, las orcas, los delfines…   No es el único ejemplo cienciaficcionero de relatos sobre la inteligencia de estos mamíferos (hay algo similar en otro texto ineludible más reciente, Hiperión , de Dan Simmons), pero sí acaso uno de los más

Fiebre de guerra, J.G.Ballard

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Estaciones secretas Fiebre de guerra ( War fever, publicado originalmente en 1991) es el último compilado de ficción breve de J.G.Ballard, dejando de lado los póstumos Cuentos completos . Fácilmente conseguible ahora en Montevideo –en la lujosa edición de la editorial española Berenice–, incluye relatos publicados originalmente en revistas entre 1974 (“El desastre áreo”) y 1990 (“Cargamentos de sueños”).    Ya para la década de 1980 la atención de Ballard estaba indudablemente enfocada en las novelas; parece fácil señalar, entonces, señalar que lo mejor de su producción breve está en libros anteriores a este Fiebre de guerra y, así, quizá el último gran compilado de relatos del autor de Crash sea en realidad Aparato de vuelo rasante ( Low-flying Airfcraft and Other Stories , de 1976).    En cualquier caso, si seguimos la periodización propuesta por el argentino Pablo Capanna en su libro J.G.Ballard: el tiempo desolado , podemos pensar en tres etapas, llamadas por C

A veces tarda, casi nunca llega, Pedro Peña

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¿Quién asesina a los asesinos? Pedro Peña ha añadido un nuevo título a su saga protagonizada por el periodista Agustín Flores. Tras un comienzo auspicioso y prometedor, pero todavía por debajo de sus potencialidades ( Ya nadie vive en ciertos lugares ), una segunda entrega de nivel notoriamente inferior pero no desprovista de importancia para el proceso del personaje ( No siempre las carga el diablo ), una tercer volumen especialmente sólido y bien logrado ( Tampoco es el fin del mundo ), el cuarto libro de la serie, A veces tarde, casi nunca llega, no sólo brinda al lector una narración cuidada y por momentos fascinante sino que también presenta a un Peña seguro de sus poderes como escritor y plenamente asentado en su oficio. Así, la prosa en esta novela, su tono narrativo y su panorama de registros, dan siempre en el blanco, libre de ciertas pretensiones líricas que entorpecían los primeros esfuerzos del autor (ciertas páginas de Eldor y de La noche que no se repite , po

Julio Cortázar y Cris, Cristina Peri Rossi

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La fiesta de los dinosaurios Empecemos diciendo que Julio Cortázar y Cris , el libro de Cristina Peri Rossi recientemente publicado por Estuario Editora (en realidad la mitad del volumen es la reedición de un libro publicado en el año 2000 bajo el título Julio Cortázar , que incluía, además, una selección de poemas, el capítulo 19 de Rayuela, una sección de La vuelta al día en ochenta mundos y los cuentos “Todos los fuegos el fuego” y “La autopista del sur”) será sin duda una gran fuente de placer para los fans del autor de Las armas secretas . En sus páginas, aquellos lectores enamorados de los cronopios, el jazz y los caminos de Oliveira y La Maga por París encontrarán un ameno retrato del autor de Cortázar, algunas lecturas de su obra, anécdotas de los últimos años de su vida y el testimonio de una mujer que lo conoció de cerca y compartió buena parte de su sensibilidad y sus búsquedas.   El libro, además, es imprescindible también para los fans de Peri Rossi, cuya v