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Mostrando entradas de septiembre, 2013

Aromas, Philippe Claudel

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Sensación y sentimiento Philippe Claudel (1962), el autor de Almas grises y de la excelente El informe de Brodeck , acaba de publicar una novela deliciosa. Y el adjetivo es deliberado: si bien Aromas está claramente construida básicamente a partir de lo que cabría llamar “recuerdos olfativos”, cada uno de sus breves capítulos es en realidad una fiesta de los sentidos, dispuesta por una prosa evocativa y sugerente que sólo en sus peores momentos (y no son muchos) puede resultar un poco empalagosa. Pero hay más: Claudel va disponiendo, recuerdo tras recuerdo, capítulo tras capítulo, una elegante autobiografía que rehúye del orden estrictamente cronológico y que, en su elección de un sistema alfabético (por ejemplo, el primer recuerdo evocado es el del aroma de los ab etos, seguido por el de las ac acias y por el del af tershave, para terminar, finalmente, en la ve rdura y el vi aje) –como si dijera que, en última instancia, todo se asienta en las letras, en la letra–, logra

Muerte y vida del sargento poeta, Martín Bentancor

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En busca de los versos perdidos Hasta hace no mucho tiempo Martín Bentancor (Canelones, 1979) podía ser pensado como uno de los secretos mejor guardados de la nueva narrativa uruguaya. Una serie de publicaciones recientes, sin embargo, han permitido vislumbrar ciertas líneas de su proyecto literario, que ha tocado un momento de especial visibilidad en los últimos meses gracias a su novela Muerte y vida del sargento poeta , distinguida con el vigésimo premio nacional de narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Bentancor había publicado previamente dos novelas policiales en coautoría con Rodolfo Santullo; tanto en Las otras caras del verano (Amuleto, 2008) como en Aquel viejo tango (Estuario, 2011) era apreciable un importante conocimiento del género policial y la novela negra, dedicado al rescate y articulación de lo que cabría llamar un vocabulario de lugares comunes. Ese trabajo sobre los tópicos del género, en las dos novelas mencionadas, estaba puesto al servicio de t

Diario de un canalla/Burdeos, 1972, Mario Levrero; Mario Levrero para armar, Jesús Montoya; La máquina de pensar en Mario (Ezequiel De Rosso, comp); Un silencio menos, Elvio E. Gandolfo (comp)

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Explosión Es complicada la historia editorial de Mario Levrero, quizá –al menos en parte– porque también lo fue su relación con los editores. Se puede constatar, en cualquier caso, que hasta la edición en la revista El péndulo de la novela El lugar (1982) Levrero (con apenas dos novelas –una de ellas firmada por Jorge Varlotta–, una compilación de relatos y un manual de parapsicología a cuestas) fue muy poco leído –al menos en cuanto a cantidad de lectores– a ambos lados del Río de la Plata; también hay que decir, por supuesto, que quienes ya lo conocían por esas fechas –Gandolfo, Fogwill, Marcial Souto, Pablo Capanna– se hicieron oír y pronto Levrero se convirtió en un autor de culto, una figura casi mítica capaz de nuclear un importante y variado grupo de seguidores.    En los ochentas, entonces, las cosas empezaron a ir un poco mejor para la bibliografía levreriana, y vieron la luz libros como Todo el tiempo (1982, Banda Oriental), Aguas salobres (1982, Minotauro),

Boutade, Juan Manuel Candal

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La novela y la provocación ¿Qué cabe esperar de un libro titulado Boutade ? La definición del término aportada por el Diccionario de la Real Academia parece un poco parca: “intervención pretendidamente ingeniosa, destinada por lo común a impresionar”. No queda del todo claro cómo debería impresionarnos, sin embargo, un libro que lleve ese título. ¿Deberá ser un tour de force ? ¿Deberá ofrecer una idea “impresionante”, brillantemente expuesta y desarrollada, como los cuentos de Ted Chiang? En rigor, es fácil pensar en más connotaciones: ironía, provocación, iconoclastia y, por qué no, la sensación de que el autor está a punto de pasarse de listo o que nos propone, precisamente, ver hasta dónde podemos seguirlo o, parafraseando a Soda Stereo, ver hasta dónde llegará. Algo de esto (de todo esto) hay en Boutade, la última novela (o nouvelle) de Juan Manuel Candal, pero también hay más, en tanto puede leérsela como todo lo contrario , como una novela honesta, sincera y sentida.